¿Quién no ha sentido estrés y ansiedad en algún momento de su vida?, con seguridad, nos atreveríamos a decir que gran parte de la población vive en un estado constante de ansiedad y estrés, generando, principalmente, por las responsabilidades y consecuencias que la vida moderna y acelerada genera.
Si bien estas emociones son más normales de lo que crees, y es natural que las vivamos de vez en cuando, no deberían de ser visitantes diarios. Convivir con altos niveles de estrés y ansiedad podrían afectar negativamente a nuestra salud física y mental, generando algunos problemas, entre ellos, dificultad a la hora de conciliar el sueño, dolores de cabeza, falta de concentración, falta de energía y malestar general.
Hay ciertos factores, adicionales al ritmo de vida de cada uno, que podrían incrementar los niveles de estas emociones, como, por ejemplo, la deficiencia de ciertas vitaminas y minerales. A continuación, detallamos un poco más.
COMPLEJO B
La falta de energía y la sensación de fatiga pueden contribuir a la irritabilidad y a generar un incremento en los niveles de estrés. Estas sensaciones pueden desarrollarse a raíz de un déficit de vitamina B en el organismo, vitaminas conocidas por mantener altos niveles de energía y mejorar el rendimiento cognitivo. Adicionalmente, la vitamina B también ayuda a generar una sensación de calma y estabilidad.
¿En qué alimentos podemos encontrar vitaminas del grupo B? Cereales integrales, legumbres, lácteos y derivados, huevos, carne y pescado.
MAGNESIO
Varios son los estudios que han demostrado que el magnesio es esencial para asegurar un buen descanso, gracias a su contribución en la relajación de los músculos, entre otros tantos beneficios. Como se mencionó anteriormente, el buen dormir y los niveles de estrés, van de la mano.
¿En qué alimentos podemos encontrar magnesio? Salvado de trigo, pipas de calabaza y girasol, almendras, legumbres, chocolate (con alto porcentaje de cacao), espinaca.
TRIPTÓFANO
Todos hemos escuchado hablar de la serotonina, también conocida como la “hormona de la felicidad”. El L-triptófano es un aminoácido a partir del cual formamos serotonina, hormona responsable de regular el estado de ánimo, el estrés y la ansiedad. Adicionalmente, el L-triptófano también participa en la formación de la melatonina, que es la hormona que nos permite tener un sueño reparador.
¿En que alimentos podemos encontrar triptófano? Pollo, pescados azules, huevos, lácteos, frutos secos, banana, cereales integrales.
Por suerte, el estrés y la ansiedad son emociones manejables, en la gran mayoría de los casos, y que pueden ser tratadas y mejoradas, siempre y cuando uno se lo proponga.
A continuación, detallamos algunos pasos simples para incluir en la rutina diaria, que podrían ayudar a mejorar y manejar los niveles de estrés y ansiedad.
5 consejos de estilo de vida para aliviar el estrés
Debemos tener en cuenta que la primera línea de defensa contra el estrés es la incorporación de hábitos saludables a nuestro estilo de vida. Disfrutar de un buen descanso, contar con una alimentación equilibrada, practicar ejercicio físico y meditar, son algunos ejemplos de hábitos saludables. Existen otras actividades/hábitos, adicionales a los mencionados anteriormente, que podrían contribuir de forma positiva en la reducción del estrés y la ansiedad.
- Destinar unos minutos del día a nosotros mismos. La meditación y las prácticas de respiración, resultan útiles para calmar los niveles de estrés y ansiedad. ¿No cuentas con tiempo para realizar esta práctica? ¡No hay problema! Con 5-10 minutos a la mañana, antes de arrancar el día, notarás como tu energía se renueva.
- “Desenchufe digital”. El internet, los dispositivos electrónicos y las redes sociales pueden llegar a incrementar el estrés y la ansiedad. Un pequeño ritual de apagar el teléfono cuando nos sentimos agobiados, podría ayudar a disminuir estas emociones.
- Tomar té verde. Rico en L-teanina. La L-teanina puede afectar los niveles de ciertos químicos en el cerebro. Estos incluyen la serotonina y dopamina, químicos que intervienen en el estado de ánimo, el sueño y las emociones.
- Conectar con la naturaleza. Varios estudios científicos han evidenciado los múltiples beneficios que nos aporta el contacto con la naturaleza. Caminar al aire libre o sentarse 30 minutos en la rambla o una plaza, ayudarán a reducir los niveles de estrés.
- Limitar la cafeína. El café es un ritual matutino para gran parte de la población, ya sea por su sabor, por el refuerzo de energía o simplemente por costumbre. Si bien el café presenta beneficios para nuestro organismo, la cafeína puede llegar a elevar la presión arterial, lo que contribuye a los efectos del estrés. Además, la cafeína también podría aumentar la producción de cortisol en el cuerpo, lo que agravaría aún más la sensación de estrés y ansiedad. Entonces, ¿qué debemos hacer? Para quienes disfrutan del café a la mañana, se sugiere cambiar a una opción descafeinada.
Aunque existen varias actividades/hábitos que podrían ayuda a reducir el estrés, es más fácil decirlo que ponerlo en práctica.
A la hora de poner en práctica nuevos hábitos para controlar el estrés, debemos elegir aquellos que sean prácticos para el estilo de vida de cada uno, para que de esta forma puedan volverse rutina. A veces, las mejores soluciones son aquellas que nos resultan fáciles de aplicar.